Mantenimiento de los equipos de trabajo
En nuestra empresa, nuestra principal herramienta de trabajo son los ordenadores, ya sean portátiles o de sobremesa (también llamados de escritorio), también con redes y servidores.
Debido a esto, no es la primera vez que nos han llamado para realizar una revisión y mantenimiento de los equipos informáticos de algunos clientes y oficinas. El problema más común con el que nos hemos encontrado es que los equipos no funcionan correctamente debido al abandono del mantenimiento por parte de la empresa.
Vamos a dar un poco de luz en un tema que, ya sea para una micro empresa o una mayor con varios ordenadores con centralita, siempre se resiste. Lo más importante es no poner en peligro nuestras herramientas de trabajo, cuyo servicio es hacérnoslo más fácil en vez de al revés, por un descuido en su mantenimiento.
La gran pregunta es: ¿Puedo realizar yo mismo el mantenimiento de mi equipo o necesito un técnico?
Seamos francos, ¡depende! Depende de la situación podremos hacerlo nosotros mismos, pero hay que tener en cuenta que, si no se limpia correctamente o no se utilizan los productos adecuados, podríamos provocar un buen destrozo.
Un recurso interesante, antes de emprender en el mantenimiento de nuestro equipo, es hacer una foto a la organización del cableado. Esto evitará posibles despistes o dudas sobre si está todo conectado en su lugar correspondiente.
Limpieza del PC y sus compontes
A la hora de limpiar el PC, tenemos que tener en cuenta de que si usamos productos caseros o que no sean específicos podemos correr el riesgo de que sean corrosivos o, simplemente, deterioren los componentes internos. Al desmontar el equipo, es imprescindible tener en cuenta algunas nociones previas para no dañar o romper algún componente, cables y clavijas de los mismos; como por ejemplo, algo tan sencillo como generar electricidad estática al mover los ventiladores. Estudios recientes demuestran que, mover los ventiladores de refrigeración causa la generación de energía, que va dirigida directamente a la placa, pudiendo estar dañándola sin siquiera darnos cuenta.
Actualización de las piezas que componen mi equipo.
Cada cierto tiempo es bueno revisar el correcto funcionamiento de las piezas que componen nuestro equipo, saber identificar cuál está dañada o cuál podría ser actualizada por una de mayor rendimiento.
No siempre hay que fiarse de ciertas empresas que recomiendan cambiar el equipo completo según la antigüedad que tenga o solo porque haya mejores marcas más potentes en el mercado. Muchas de ellas solo buscan hacer venta y cuanto más, mejor.
Tenemos que tener claro para qué necesitamos de nuestro equipo y qué esperamos de él, además de cuál va a ser su rango de trabajo. Por ejemplo: la actualización del equipo no será igual para un diseñador gráfico (que necesitará ampliar memoria, procesador y gráfica) que para un comercio que solo necesite llevar los registros y la contabilidad.
En ocasiones, podemos alargar la vida de nuestro equipo sin renunciar a su productividad con el cambio de componentes concretos como el procesador, añadir más memoria que mejore el rendimiento o comprar una versión actualizada de la tarjeta gráfica que se ajuste con los requisitos de los nuevos programas. No siempre la solución a un fallo del equipo es cambiar el continente sino sólo parte del contenido.
Algo que agradecerá nuestro bolsillo.
Esperamos que estos consejos sean de utilidad y que hayan creado conciencia a la hora de cuidar de vuestros equipos de trabajo. No dudéis en contactar con un técnico ante la duda o cuando, simplemente, no sepáis cómo ni dónde empezar con el mantenimiento. Igual de necesario es mantener en buenas condiciones nuestro equipo, como ser conscientes de saber manipularlos o no. Saber dónde están nuestros límites no nos hace peor profesionales, no siempre podemos saber y estar pendiente de todo al 100%, y los profesionales del sector están para ayudar y gestionar este tipo de acciones que no siempre pertenecen a nuestro campo de conocimiento.